Rusia abandona el caso contra un periodista ante la indignación popular

Por Andrew Osborn y Vladimir Soldatkin

MOSCÚ (Reuters) - La policía rusa retiró el martes abruptamente los cargos por tráfico de drogas contra el periodista Ivan Golunov, en un inusual giro en 180 grados de las autoridades ante la irritación de sus partidarios, quienes alegaron que había sido inculpado por su trabajo periodístico y amenazaron con organizar una protesta masiva en Moscú.

Golunov, un periodista de 36 años de edad conocido por denunciar la corrupción entre los dirigentes de la ciudad de Moscú, fue detenido por la policía el jueves de la semana pasada y acusado de graves delitos de tráfico de drogas que negó rotundamente.

Los periodistas rusos críticos con las autoridades han llevado una vida peligrosa desde los años 90, a veces amenazados, agredidos físicamente e incluso asesinados por su trabajo.

Sin embargo, la cruda forma en que, según los partidarios de Golunov, le fue tendida una trampa y se le detuvo desencadenó una inusual demostración de unidad de los medios de comunicación y una respuesta extraordinariamente rápida por parte de las autoridades, nerviosas por los disturbios sociales en un momento en el que el presidente Vladimir Putin se enfrenta al malestar por la calidad de vida.

El ministro del Interior, Vladimir Kolokoltsev, dijo en un comunicado que la causa penal contra Golunov se iba a archivar por falta de pruebas. Dijo que el periodista sería liberado del arresto domiciliario la tarde del martes.

Algunos agentes de policía involucrados en el caso están siendo temporalmente separados de sus funciones a la espera de una investigación, dijo, y agregó que tenía previsto pedirle a Putin que destituyera a otros agentes de policía de más alto rango.

“Creo que los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su profesión, deben ser protegidos”, dijo Kolokoltsev.

La marcha atrás provocó la alegría de los seguidores de Golunov.

Galina Timchenko, directora general del portal de noticias online Meduza, donde trabaja Golunov, dijo a la agencia de noticias Interfax: “Estoy feliz, estoy llorando. Entendemos perfectamente que esto sucedió gracias a los esfuerzos de cientos y miles de personas. Muchísimas gracias a todos ellos.”

Y el político de la oposición Alexei Navalny, que había condenado el trato a Golunov, escribió:

“La causa penal contra Golunov ha sido archivada. ¡Felicidades! Es una noticia fantástica. Es un ejemplo inspirador y motivador de lo que se puede lograr a partir de la simple solidaridad de alguien con problemas. Deberíamos celebrarlo”.

Antes de que la policía reculara, casi 25.000 personas se habían inscrito en una página de Facebook para expresar su intención de participar en una manifestación de protesta el miércoles en solidaridad con Golunov.

Las autoridades habían dicho que los manifestantes no tenían permiso, y que su protesta podría amenazar la seguridad pública.

La marcha presentaba al Kremlin un dilema: o utilizar la fuerza para disolver la protesta y arriesgarse a provocar más indignación, o bien mantenerse al margen y dejar que la protesta se llevara a cabo, lo que podría interpretarse como una señal de debilidad para los oponentes del Kremlin.

Los tres principales diarios - Vedomosti, Kommersant y RBK - tuvieron el mismo titular el lunes en una insólita muestra de solidaridad: “Yo soy/nosotros somos Ivan Golunov”.