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Extracto:Por Liam Proud LONDRES, 6 jul (Reuters Breakingviews) - El consejo de administración de Lloyds Banking Group ha diseñado un plan de traspaso de poderes en la cúpula tan pulcro como el peinado de su máximo ejecutivo. El consejero delegado An
Por Liam Proud
LONDRES, 6 jul (Reuters Breakingviews) - El consejo de administración de Lloyds Banking Group ha diseñado un plan de traspaso de poderes en la cúpula tan pulcro como el peinado de su máximo ejecutivo. El consejero delegado António Horta-Osório dejará el banco británico, valorado en 23.000 millones de libras, en 2021, nueve meses después de la llegada del presidente entrante, Robin Budenberg. La suave transición tranquilizará a los accionistas y dará tiempo a Budenberg para encontrar un sucesor que impulse los ingresos por comisiones y compruebe la situación del mercado de fusiones y adquisiciones.
El mandato de Horta-Osório, que habrá durado una década cuando se vaya, ha sido un triunfo en términos relativos, si no absolutos. Los inversores de Lloyds obtuvieron un retorno incluyendo dividendos reinvertidos del -38% desde marzo de 2011. Supone un descenso enorme, pero aun así es mejor que el -51% de Barclays y el -69% de Royal Bank of Scotland. La pandemia, el Brexit, los bajos tipos de interés y las compensaciones por el escándalo de la comercialización de los seguros de protección de pagos (PPI) han lastrado a todos. Sin embargo, Horta-Osório controlaba lo que estaba en su mano: los costes de Lloyds fueron el 49% de los ingresos del año pasado, comparado con el 59% promedio de la industria del Reino Unido, según analistas de UBS.
La transición ordenada del banco mejora sus posibilidades de mantener esa ventaja. Horta-Osório debe salir a mediados del próximo año. El presidente entrante, Budenberg, cuyo nombramiento fue revelado el lunes, se unirá al consejo de administración en octubre y tomará el relevo de Norman Blackwell a principios de 2021. Esto le da al exbanquero de inversión, que ayudó a orquestar el rescate público de los bancos del Reino Unido en 2008, incluyendo Lloyds, al menos nueve meses para encontrar un sucesor. Los candidatos potenciales incluyen al director financiero William Chalmers y a Alison Brittain, la CEO de Whitbread que solía dirigir la rama de banca minorista de Lloyds.
Independientemente de a quién elija Budenberg, sus habilidades tendrán que ir más allá del talento de Horta-Osório para reducir costes. El mayor desafío es encontrar una manera de aumentar los ingresos cuando los tipos de interés ultrabajos están reduciendo los márgenes de los préstamos en productos básicos como las hipotecas. La solución obvia es poner más recursos en la división de seguros Scottish Widows y, al mismo tiempo, apostar por negocios basados en comisiones, como la gestión de patrimonio. La eficiencia de costes de Lloyds también lo pone en una posición fuerte para absorber bancos más pequeños como Virgin Money. Sin embargo, para ello haría falta que los reguladores cambien de opinión sobre nuevas fusiones en un mercado ya muy concentrado como el británico.
Por último, el nuevo CEO tendrá que averiguar cómo debe ser la banca minorista en una economía cada vez más digital, con la amenaza de las “fintechs” y de gigantes estadounidenses como Amazon.com. Es una tarea difícil. Pero el consejo de administración de Lloyds le ha dado al banco una buena oportunidad de encontrar a la persona adecuada.
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