简体中文
繁體中文
English
Pусский
日本語
ภาษาไทย
Tiếng Việt
Bahasa Indonesia
Español
हिन्दी
Filippiiniläinen
Français
Deutsch
Português
Türkçe
한국어
العربية
Extracto:Los inversionistas buscan dos cosas: rendimiento y seguridad, o viceversa, según las condiciones de los mercados
La semana pasada inició con el peso mexicano cotizando alrededor de los 20 pesos por dólar, era la cuarta semana que se ubicaba en ese nivel y parecía que técnicamente el “soporte psicológico” de 20 unidades ería respetado y el mercado corregiría hacia niveles de entre 20.50 y 20.80 pesos por dólar.
Pero los dos últimos días sucedió lo inesperado, primero se registró una tímida ruptura del soporte de 20 unidades, y para el viernes la paridad cambiaria se ubicó ya en nivele cercanos a 19.80 unidades, lo que confirma la ruptura de este importante soporte, el de 20 pesos por dólar. Al momento de escribir estas líneas el peso mexicano se ubica en un promedio de 19.81 unidades y las expectativas apuntan a que si rompe el nivel en el que se encuentra, podría enfilarse a 19.5 unidades y posteriormente a 19.30 pesos por dólar.
Este desempeño del peso mexicano sería poco sorpresivo si no se conocieran las cifras que conocemos de la economía mexicana, cifras que son para derrumbar a cualquier divisa, excepto al peso mexicano, al menos por el momento.
Este año la economía de México será la segunda que más caiga en Latinoamérica, con una tasa revisada de 9 por ciento, según los principales organismos financieros multilaterales; sólo Venezuela caerá más que México. También este desempeño destaca negativamente en el mundo entero, la economía de México será una de las que más se hayan derrumbado en este 2020 a consecuencia se la crisis financiera generada por la pandemia del Covid-19.
Los niveles de desempleo en México son por supuesto mayores a los que tenía al inicio del año, la pobreza aumentará, se estima que al menos 7 de cada 10 medianas y pequeñas empresas están en riesgo de desaparecer el año siguiente ante la falta de estímulos fiscales para que puedan sobrellevar la crisis, el desplome de 9% en el PIB determinará sin duda alguna que la recuperación de la economía mexicana sea también una de las más lentas en el mundo, se estima que México no estará en los niveles preCovid, es decir en sus niveles de 2019, antes del año 2023, sin considerar que antes de la pandemia la economía mexicana ya estaba en recesión. La recuperación en V que tanto se argumenta en el discurso oficial es solamente una buena intención, alejada totalmente de la realidad.
Todo lo anterior, como decíamos, derrumbaría a cualquier moneda en el mundo, pero no al peso mexicano, no al menos en estos meses recientes, ¿porqué?
Evidentemente la trayectoria del peso en estos momentos está completamente desligada del contexto local, alejada totalmente de la economía de su país, por increíble que parezca, el peso se ha fortalecido por lo que sucede más allá de sus fronteras, y nada o casi nada tiene que ver con lo que pasa en México.
Una lectura rápida tiene que ver con el desplome del dólar en los mercados globales, pero incluso sería una mala noticia para el peso mexicano, que debería depreciarlo por las indudables ligas económicas, entonces eso es sólo una consecuencia, pero no la causa de fondo que explica la increíble apreciación del peso.
Lo que sucede es que el mundo está lleno de liquidez, montañas de dinero, una auténtica ola de liquidez que busca dos cosas: seguridad y rentabilidad, o rentabilidad y seguridad, porque los dos factores se invierten constantemente según las condiciones de los mercados y la economía global.
México y su moneda, el peso, tiene dos particularidades con los que no cuenta otra nación o divis en el mundo, al menos en el mundo en desarrollo, entre los mercados emergentes.
La primera característica es la cercanía geográfica, México y su moneda está muy cerca del mercado financiero más influyente del mundo, de la mayor economía del planeta, sus lazos están además fortalecidos con el acuerdo comercial vigente desde el 1 de enero de 1994, hace 26 años, recientemente renegociado, actualizado y renovado en este año.
Es cercanía proporciona cierto estatus de seguridad, sus mercados financieros están interconectados así como su economía, es una especie de “brazo pequeño” de Wall Street, eso le permite a los inversionistas considerar al mercado mexicano y ponerlo en sus prioridades de inversión sólo por este factor.
Pero por si lo anterior fuera poco, en este momento la tasa de interés del mercado mexicano está en 4.25 por ciento9, es decir 425 puntos base. Si consideramos que en el mundo industrializado las tasas de interés son cercanas al cero absoluto, incluso en naciones como Japón el rendimiento nominal es negativo. Una tasa de 4.25 por ciento es un verdadero “imán” para los inversionistas que buscan seguridad y rendimiento.
México y especialmente su mercado cambiario está inundado de dólares, eso ha fortalecido al peso y todo indica que….lo fortalecerá más.
Descargo de responsabilidad:
Las opiniones de este artículo solo representan las opiniones personales del autor y no constituyen un consejo de inversión para esta plataforma. Esta plataforma no garantiza la precisión, integridad y actualidad de la información del artículo, ni es responsable de ninguna pérdida causada por el uso o la confianza en la información del artículo.
El peso mexicano cerró este viernes con una apreciación semanal del 0,82 % al cotizar en 20,62 por dólar, con lo que hila cuatro semanas de ganancia.
El peso mexicano acumula una depreciación de 1.42% esta semana; el lunes arrancó cotizando en 20.42 pesos por dólar, y cierra el día en 20.71 pesos por dólar, depreciándose en la jornada de hoy 0.33%. El par USD/MXN refleja el nivel más alto en siete meses; en marzo el tipo de cambio llegó a 20.88 y 21.30 spot.
El peso mexicano borraba las perdidas de hoy, luego de que el Congreso de Estados Unidos informó sobre un acuerdo de corto plazo para incrementar el techo de la deuda hasta diciembre y evitar que el país entre en impago.
Ese domingo se supone que es uno de los más importantes para el país, porque se determinará el rumbo de la economía para los próximos 3 años.